El artículo del mes
Oremos por las intenciones del papa Francisco por Pablo Cervera Barranco
«Red Mundial de Oración» (Apostolado de la Oración) durante el mes de Marzo 2024
Orar por el papa y sus intenciones pertenece a la esencia de la vida cristiana. Nuestra oración por el sucesor de Pedro se encuentra a diario en la plegaria eucarística, corazón de la celebración de la santa Misa: «Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, extendida por toda la tierra, y con el papa Francisco…»
El papa confía cada mes a su Red Mundial de Oración, el Apostolado de la Oración, dos intenciones (una anunciada al comienzo del año y la otra en la inmediatez del mes en curso) que expresan sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la misión de la Iglesia. Son una convocatoria mundial para transformar nuestra plegaria en «gestos concretos». Resumen su plan de acción para movilizarnos cada mes por un propósito concreto que nos invita a construir un mundo más humano y más divino.
Oremos para que quienes en diversas partes del mundo arriesgan su vida por el evangelio contagien a la Iglesia su valentía y su impulso misionero.
Mártir significa etimológicamente «testigo». Siempre identificamos a los mártires con quienes dieron (y dan) su sangre por la fe en Cristo en circunstancias diversas. El Papa amplía, en esta intención de oración, el sentido de martirio sin circunscribirlo a la entrega de la vida. Mártir, aquí, es quien arriesga su vida por el evangelio. Esto implica, claro está, un testimonio de vida o de palabra. Pedimos que el coraje de estos nuevos mártires contagie la vida de la Iglesia e impulse su tarea evangelizadora y misionera.
Ofrecimiento diario por la Iglesia y por el mundo
V/ Ven, Espíritu Santo,
inflama nuestro corazón
en las ansias redentoras
del Corazón de Cristo.
R/ Para que ofrezcamos
de veras nuestras personas y obras,
en unión con él
por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo:
por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón,
y me ofrezco contigo al Padre
en tu santo sacrificio del altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu reino.
Te pido en especial:
por el Papa y sus intenciones,
por nuestro obispo
y sus intenciones,
por nuestro párroco
y sus intenciones.